ERNESTO CARRIÓN GANA
PREMIO JORGE CARRERA ANDRADE 2013
Viaje de Gorilas gana el premio Jorge Carrera Andrade 2013, a
mejor libro de poesía publicado por un ecuatoriano en el año 2012-2013. Fue
publicado por Ediciones Morbo, Campeche, México 2012. Esta
es la segunda vez que Ernesto Carrión gana este galardón, la primera vez lo
recibió por su cuarteto La muerte de Caín, en el año 2008. El
presidente del jurado, en esta ocasión, fue el Dr. Julio Pazos Barrera.
Un texto del libro:
Si el Escritor pierde la ética todo
queda en rabieta
Uno se da por vencido hasta volverse humano. Aplasta a un elefante: toca
el poema. Blanquea la metafísica de un pulmón parqueado en un hollín de letras.
Así he debido calentarme todo este entierro. Como las garras de una roja
cebolla envuelta en los pañuelos de mi gran abuela. Así se cierra esta cadena
de favores: un libro escrito por un gusano camina a ser carcomido, como una
balsa de párpados disfrazados de rosas capilares, por centenares de gusanos
forzados a respirar bajo una tierra asfixiante. Esto es Geometría, Circularidad
peligrosa, y una Canción de amor soleada como la cabellera de un viejo
rompeolas. Este es mi sitio: entre la vida privada y la vida privada de mi
vida. Los años iban y venían, aún vienen y van los años, y fue imposible
desaparecer nuestro nacimiento simulando un asalto sexual forjado por el polvo
como una obra maestra. Yo enamorado de mi polvo, polvo me iba haciendo entre un
escombro exótico de tráqueas saboreadas. Apenas me conocí tenía tantas ganas de
escribir un libro sobre la vida, tantas ganas de narrar la vida artificial de
mi inteligencia, que terminé escribiendo un libro sobre la muerte. Dios es
transversal y transexual y el horror de mi escritura es la circularidad de su
palabra que ya no puede mentirme, porque a mí me han descargado su leche los
cientos de hombres que me habitan, y llevo la cara cortada como un piano
floreciendo hacia la hoguera. Yo fui una canícula partida como una margarita
sudando su tabaco y besando pronto. Madre, ¿no te dio pena habernos partido
cuando apenas teníamos lengua para defendernos? Madre, ¿no te dio pena habernos
partido cuando apenas teníamos lengua para defendernos? Uno se da por vencido
hasta volverse humano. Aplasta a un elefante: toca el poema. Disculpa al
Cromañón que lo arrincona. Envuelve con adornos su palabra. Escribe desde el
cerco.