NUESTRO AUTOR: JOSÉ KOZER -
PREMIO IBEROAMERICANO DE POESÍA
PABLO NERUDA 2013
Muy contentos recibimos la noticia, de que esta tarde, en Valparaiso, se dio a conocer que el ganador del X Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda fue otorgado al poeta cubano José Kozer, autor que este año publico en nuestra editorial cartonera su libro : SATORI , 4to tomo de Nuestra Colección Duchamp -Poesia Latinoamericana de Vanguardia. Lanzamiento que se realizo el pasado mes de marzo en la Alianza Francesa de Guayaquil , junto con la proyeccion del Documental-Entrevista de la Escuela Española de Verano de Middlebury College en 2011, realizada por Cristina Ruiz-Poveda.
El Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda fue creado en el año 2004, cuenta con el patrocinio de la Fundación Pablo Neruda y se entrega a un autor o autora con una reconocida trayectoria en el mundo de la poesía iberoamericana. El ganador recibe un reconocimiento en dinero de 60 mil dólares, monto que sitúa a este galardón como uno de los más importantes de habla hispana.Este reconocimiento fue entregado a Nicanor Parra el año 2012.
El Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda fue creado en el año 2004, cuenta con el patrocinio de la Fundación Pablo Neruda y se entrega a un autor o autora con una reconocida trayectoria en el mundo de la poesía iberoamericana. El ganador recibe un reconocimiento en dinero de 60 mil dólares, monto que sitúa a este galardón como uno de los más importantes de habla hispana.Este reconocimiento fue entregado a Nicanor Parra el año 2012.
Poeta, ensayista, traductor y profesor universitario radicado en los
Estados Unidos desde 1960. José Kozer crea un mundo poético personal y a la vez
preocupado por el papel del lenguaje. Ha sido ampliamente antologado y
publicado en numerosos periódicos y revistas de Europa, América Latina y
Estados Unidos. Recibió la Beca Cintas, la Beca Gulbenkian, y el Premio
Julio Tovar de Poesía, 1974. Ejerció durante tres décadas como profesor
de literatura hispana en Queen College de New York. Ha publicado más de
cincuenta libros entre los que destacan: Padres y otras
profesiones (Nueva York - 1972) Por la libre (Nueva York - 1973) Este
judío de números y letras (Tenerife - Canarias - 1975) Y así tomaron
posesión en las ciudades (Barcelona - 1978) Jarrón De Las Abreviaturas
(México - 1980) La rueca de los semblantes (León – España 1980) Bajo
este cien (México FCE - 1983) La garza sin sombras (Barcelona - 1985) El
carillón de los muertos (Buenos Aires - 1987) Carece de causa (Buenos
Aires - 1988) De donde oscilan los seres en sus proporciones (1era
edición: Tenerife –Canarias - 1990; 2da edición - Santiago de chile -
2007) Et mutabile ( México – Veracruz - 1995) Réplicas. Selección y
prólogo de Víctor Fowler (Cuba - 1997) La Maquinaria Ilimitada (México -
1998) Rosa cúbica (Buenos Aires - 2002) La voracidad grafómana: José
Kozer. Edición de Jacobo Sefamí (México Df Facultad de Filosofía y
Letras de la UNAM - 2002) Ánima (México DF. México. FCE- 2002) Un caso
llamado FK (México DF - 2002). Stet: Selected Poems (University of Texas
- 2006) Trazas (México - 2007) Actualmente radica en Hallandale,
Florida
Larga vida a su poesía . Larga vida al maestro .
Salud desde Guayaquil
Muestra poetica
Principio último de realidad
hace de la sombra del
brazo sombra encarnada,
brazo y sombra una misma
escueta muerte: muerte he
dicho, y en efecto, a todos
los efectos, se trata de eso:
unísono brazo en sombra
unísona reiterando escondida
existencia del pusilánime a
sombras aferrado, en carne
amedrentado: en efecto,
miedo. Yo tengo miedo. A
morir.
Temí al padre, a Polonia, a la Pelona temo calata y
muda (inmutable) fija hora
(instante) Nada. Váyase por
ahí: y no se mueve una hoja
en lo alto de la tapia, en lo
tupido del bosque mineral,
pese a la nube negra, el
viento norte, el sonido
atorado, quizás por aceites
de extremaunción o tacos
de cerumen de mi oído
dañado hace lustros: Orfeo
suelta gallos, se atasca la
flauta travesera, y un nuncio
de melodías acordes se oxida
entre los dedos de Nanae
Yoshimura (Pan, se fugó a
Japón): un koto desvencijado
entre encinas, aromos, selva
y espesura donde pudrir, al
pie de un ginko, el cuerpo:
sonido y madera, mástil y
cuerdas, oquedad putrefactos.
Y en medio yo, de cuerpo
presente, ataviado (maquillado)
primera vez que no estoy
atareado, medio lado (la cara
no visible) comido a medias
por las miríadas del bosque,
lasca a lasca el resto se irá
pudriendo en la siguiente
media hora. Caiga. Al diablo
con las heces. Muera. Al diablo
el trasudor, la secreción glandular,
el pestumen caballuno del cagajón
incrustado al ano, suelta, cae,
cómetelo Muerte.
Percal muerto, deshilachada franela a cuadros, borra roja a
la insaciable bocaza de las
hormigas rojas, un pozo de
pez apesta en la vertiginosa
vertical sin fondo de los
hormigueros: jaque mate
y se comen al asalto los
cuadrados negros de la
franela. No hay camisa,
no hay brazo, la sombra
ennegrecida que moví día
a día cual ejercicio espiritual
durante lustros, tres veces
media hora, tumor multicolor
(predominan los morados)
es ahora un olor amarillo
que brota, vez postrera, del
ano enrojecido de los insectos.
Sus miríadas a mi brazo. Su
sombra. El movimiento en
alto.